- El doctor arquitecto Sergio Martín Blas impartirá el próximo 6 de noviembre la tercera ponencia organizada este año por el Día de la Arquitectura
Sergio Martín Blas es doctor arquitecto, profesor e investigador en Proyectos Arquitectónicos de la Universidad Politécnica de Madrid, donde también ejerce como secretario académico del programa de doctorado en Proyectos Arquitectónicos Avanzados y coordina el grupo de investigación NuTAC. Su trabajo se centra en las relaciones entre vivienda colectiva, regeneración urbana y prácticas contemporáneas del habitar. Ha comisariado exposiciones internacionales sobre vivienda social y ha sido investigador y conferenciante en prestigiosas universidades de Europa y América. Autor de numerosas publicaciones en revistas como ‘Lotus International’, ‘DASH’ o ‘Rassegna di architettura e urbanistica’, dirige el proyecto REDIVISS sobre vivienda social sostenible y combina su labor académica con la práctica profesional, por la que ha recibido premios y nominaciones.

El próximo 6 de noviembre a las 20 horas, Martín Blas ofrecerá la charla ‘Sin palabras: lenguaje, dibujo e investigación en arquitectura’ en el museo Patio Herreriano como parte del ciclo de conferencias organizado por el COAVA en el marco del Día de la Arquitectura.
–¿Cómo definiría el papel del dibujo dentro de un proyecto?
Lo más específico del dibujo en el proyecto arquitectura es su papel de mediación entre posibles conceptos o intenciones y la construcción material de los edificios; el hecho de que los arquitectos no trabajemos directamente con nuestra obra sino que lo hagamos a través de una técnica interpuesta con la que esa obra se representa y se prefigura. Ese papel mediador hace que las técnicas de dibujo y en general de representación influyan decisivamente en lo que se proyecta y se construye.
–Ha investigado sobre transformaciones urbanas. ¿Cómo interviene el dibujo en la comprensión y representación de entornos más complejos?
Cualquier dibujo implica una operación selectiva, un sesgo a menudo oculto en sus códigos y técnicas. La representación de un territorio, incluso en los registros supuestamente objetivos de la geografía, contiene siempre un proyecto implícito. El dibujo determina lo que vemos y lo que ignoramos, lo que imaginamos y, a través de esa imaginación, cómo transformamos la realidad. Cuanto más complejo es el entorno más importante es que ese sesgo sea explícito, que la complejidad del dibujo no lo oculte.
–Como profesor, ¿qué valor formativo tiene el dibujo para los estudiantes de Arquitectura?
Si hablamos del dibujo a mano o a mano alzada destacaría dos aspectos: la imprecisión como condición fundamental para desarrollar un pensamiento productivo ‘blando’ y el trabajo físico, manual, como modo de acercar nuestro pensamiento a los procesos materiales de construcción de la arquitectura. En la otra cara de la moneda, el dibujo a mano alzada tiene una relación problemática con la autoría y con el gesto individual.
–¿Qué papel juega el dibujo en la comunicación de proyectos arquitectónicos al público general?
El dibujo se emplea a menudo como una herramienta retórica, de persuasión hacia lo que llamamos el público general. Pensar que ese público puede ser una parte activa y no un simple receptor nos llevaría a considerar la posibilidad de hacer que el dibujo sea accesible no sólo como comunicación sino como técnica, sin por ello renunciar a un conocimiento especializado.
–Ha visitado universidades de diversas partes del mundo. ¿Ha percibido diferencias en la manera en que se enseña y se entiende el dibujo arquitectónico en otros lugares?
Las diferencias son notables incluso entre las universidades españolas. En algunas el dibujo se ha convertido en un fin en sí mismo, al margen de ese papel de mediación hacia la construcción y transformación de la realidad que mencionaba al principio. En otras se trabaja procurando conectar dibujo y realidad, aunque en algunos casos esto supone asumir inercias del pasado y fomentar una artesanía que a mi modo de ver no tiene cabida en la educación superior. En cuanto a las técnicas de dibujo y su empleo en la pedagogía, en mis visitas a otras escuelas he encontrado situaciones sorprendentes, por ejemplo en el Instituto Tecnológico de Tokyo, donde comprobé que los estudiantes de los primeros cursos trabajaban a mano con reglas T de madera sobre tablero. Los lugares en los que hay mayor desarrollo y asimilación de las nuevas tecnologías no suelen caer en la fascinación ingenua por lo tecnológico. A partir de ahí cabría criticar las polémicas que tienden a enfrentar dibujo a mano y dibujo digital, mi impresión es que esas polémicas son irrelevantes en la enseñanza actual.